10 marzo 2012

(115) SERRANÍA DE CUENCA: EL NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO:

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De entre todos los destinos naturales de la provincia de Cuenca, es notorio que el nacimiento del río Cuervo ocupa un lugar preferente, no solo por su entorno, sino por la espectacular belleza de sus cascadas. Por ello, en nuestro primer viaje a esta provincia, la visita a este enclave (declarado Monumento Natural en 1999) era de obligado cumplimiento. Se trataba, como otras tantas veces, de disfrutar de una relajante jornada de senderismo y conseguir de nuevo el ya ansiado contacto con la naturaleza, tras un excesivo periodo de trabajo sedentario.

El Monumento Natural se sitúa en el extremo noroccidental de la provincia de Cuenca, a unos 80 kms. de la capital, sobre la muela de San Felipe con altitudes que llegan a alcanzar los 1700 m. El elemento más conocido y visitado del Monumento Natural es el Nacimiento del Río Cuervo, que da nombre a este espacio natural protegido. Para llegar al Nacimiento del Río Cuervo tomaremos desde Cuenca la carretera que nos lleva a la Ciudad Encantada, y pasar por las localidades de Villalba de la Sierra, Uña, Huélamo y Tragacete. A 12 Km después de éste último, nos encontraremos con el acceso al Nacimiento del Río Cuervo. Desde el amplio aparcamiento donde dejamos el coche, comienza el cómodo sendero sobre una tarima de madera que nos conduce directamente a las cascadas.
 

Al llegar a éstas, la naturaleza nos obsequia con una espectacular sorpresa: la ola de frío de mediados de febrero ha dejado las cascadas literalmente congeladas, ofreciendo un pintoresco panorama:
 

Para llegar al nacimiento es necesario acceder a pie por los senderos marcados, que suben paralelos al curso del río. Tras pasar a través de las regueras, preciosas cascadas por donde se despeña el agua, nos encontraremos con la Cascada que da nombre al Nacimiento del Río Cuervo.
 




Algo más arriba, la senda nos conduce hasta el mismo nacimiento. Una silenciosa gruta donde el agua brota a borbotones por una rendija lateral de la roca.
 
 

El sendero de retorno discurre por la margen contraria, la derecha según el sentido del caudal, y nos lleva hasta el aparcamiento en suave descenso por la ladera de la montaña, a través del bosque, disfrutando durante todo el trayecto de los bonitos remansos del río Cuervo, en esta ocasión parcialmente congelado.
 

1 comentario:

  1. Hola Alfonso, unas imágenes fascinantes con esa cascada toda helada. Es como si hubiese puesto una sábana blanca por encima.

    Un abrazo

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