La Alberca, situada en el corazón del Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia a 1.048 metros de altitud, es sin duda el pueblo más característico de la sierra situada al sur de la provincia de Salamanca, limítrofe con la comunidad extremeña.
Los caminantes que llegamos a La Alberca por el sendero GR-10 entramos en el pueblo por el puente sobre el río La Puente.
En el recorrido por el pueblo llama la atención la incomparable Plaza Mayor con soportales y la Iglesia edificada en el siglo XVIII con su esbelta torre del siglo XVI y en cuyo interior puede admirarse un bello púlpito policromado de piedra berroqueña del mismo siglo XVI.
Las casas y el trazado urbano se han mantenido inalterables durante siglos y su singular belleza fue reconocida en 1.940, al ser declarada Conjunto Histórico Artístico Nacional.
Siguen vivas bastantes costumbres tradicionales en La Alberca. Un rito de difuntos, por ejemplo, tiene cotidiana pervivencia: La Moza de Ànimas. Todos los días del año, al oscurecer, recorre el pueblo tocando su esquila tres veces en todas las esquinas, a la vez que entona una salmodia por las almas del Purgatorio.
Gastronomía típica: el hornazo, una especie de empanada a base de manteca, embutidos, jamón y lomo de cerdo. El secreto de este plato son los ingredientes. El jamón, el chorizo y el lomo son los protagonistas de todo hornazo que se precie. Su elaboración es principalmente artesanal, aunque la demanda de este plato está haciendo que el proceso se industrialice.
La Peña de Francia, en el 
